jueves, 3 de septiembre de 2009

20090901

PRIMER DÍA

Entró
y cerró la puerta.
Se sintió como un esclavo
entre las cuatro paredes de su vida
-que ahora estaba en el lavabo-.
Entonces se derrumbó,
se vino abajo
y lloró como un niño,
liberando emociones.

Era su primer día de trabajo
después de las vacaciones.

2 comentarios:

REVUELTA dijo...

Felicidades por la descripción tan buene de ese primer día.Primer día de trabajo, todos aparecemos con una sonrisa de parte a parte que hemos ensayado antes de salir de casa en el espejo.
Saludos

La Marca Amarilla dijo...

Gracias REVUELTA!!!!

Qué alegria verte por aquí!!! ;)

Un saludo!!!