PRECIPICIO
Colgado del precipicio aquel
que aparece bajo todo hombre
mientras malvive entre mujer y mujer,
estaba a punto de caer
cuando apareció una mano femenina,
amable y auxiliadora,
que agarró firme mi muñeca.
Miré hacia la mujer
(sorprendido)
con dolor en mi mueca
mas todo mal desapareció
al observar su belleza
y su cómplice sonrisa.
Pero cuando mi mirada con prisa
se desvió hacia sus pechos
su mano salvadora se despegó de la mía,
su amabilidad se mudó en despecho
-y se cumplió el estropicio-
por mi perenne lujuria
volví a caer en el precipicio.
lunes, 23 de noviembre de 2009
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