POBRES
Esta mañana llovía pobreza
y la gente de la ciudad se resguardaba
bajo las cornisas para que no les mojara.
Sólo los mendigos dejaban
que el sirimiri les refrescara.
En el campo, sin embargo,
agradecían el lloviznar
acostumbrados como están
las miserias a soportar.
Menos los señoritos,
guarecidos en su hogar.
Bienaventurados quienes tengan paraguas
y por estas malas aguas no se dejen mojar.
Esta mañana llovía pobreza
y parece que no va a amainar.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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