AMANECER NUBLADO
Con los ojos entornados y la cara marcada
por vasos medio vacíos y una almohada
te acercas a la balconada con idiota sonrisa
-restos de cena con fluoxetina-.
La fresca brisa alborada te da en la cara
mientras contemplas nubes anaranjadas
con forma de corazones trinchados.
Tienes el vello erizado y erectos los pezones,
entonces gritas al viento
“¡hoy será un gran día, qué cojones!”.
lunes, 30 de noviembre de 2009
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