MARINERO
El mundo entero
se estremeció el día en que el marinero
mandó al patrón.
Pero, después del susto,
el mundo entero
siguió girando en la misma dirección;
no hubo hecatombe
ni desastre, ni explosión.
A su debido tiempo,
el mundo entero
se encargó de cargarse al marinero
y colocar en su sitio al patrón.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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