EFÍMERA TORMENTA DE VERANO
Algunas tardes aparece
–traicionera-
la lluvia.
A veces
aportando frescor divino
otras
dañando a todo vecino.
Después
huyen las nubes,
como furtivas amantes,
dejando un reconocible aroma
a tierra fertilizada.
Entonces
los jilgueros entonan su bello canto.
viernes, 28 de agosto de 2009
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