CANDELA
Sobre mi esperanzado pastel
encendieron todas las velas
y entonaron el “Cumpleaños feliz”
mientras visualizaba mi deseo
que obviamente se iba a cumplir
cuando soplara y apagase la candela.
Pero aquí comenzó la perrería.
Yo soplaba, espiraba, bufaba...
¡Y las velas no se apagaban!
Mientras, mi deseo se consumía.
martes, 28 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario