VECINOS
Un “buenos días” en el ascensor,
un poco de sal, una taza de arroz,
una caricia a los niños,
un “usted primero, por favor”.
Un girar la cara al cruzar,
un tirar la colilla dentro del portal,
un “¿Esos críos no se van a callar?”
Un “esa derrama no la voy a pagar”.
Finos tabiques separan
ejemplares vecinos
que enmascaran
potenciales asesinos.
viernes, 30 de enero de 2009
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